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¿Por qué ocurre este cambio de hora?
El cambio de hora se realiza dos veces al año con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar. En el horario de verano, los días son más largos, lo que permite realizar actividades al aire libre durante más tiempo. Por otro lado, el horario de invierno permite un mejor aprovechamiento de la luz natural en las mañanas.
El cambio de hora se realiza automáticamente en la mayoría de los dispositivos electrónicos, como computadores, smartphones y tablets. Sin embargo, es importante revisar los relojes manuales y ajustarlos manualmente.
La Región de Magallanes y la Antártica Chilena no cambian de hora. Permanecen en el horario de verano durante todo el año.
Este cambio se realiza anualmente en muchos países del mundo como medida de política energética y para ajustar los horarios de actividad humana al ciclo natural de luz solar, buscando así un uso más eficiente de la energía y un mayor bienestar para la población.
3 tips para acostumbrarnos al cambio de hora
- Ajusta gradualmente tu horario de sueño: Comienza a ajustar tu horario de sueño unos días antes del cambio de hora, adelantando o retrasando tu hora de acostarte y levantarte en incrementos de 15 a 30 minutos cada día. Esto ayudará a que tu cuerpo se adapte gradualmente al nuevo horario y te sentirás menos afectado por el cambio brusco el día en que ocurra.
- Exposición a la luz natural: La luz natural es un poderoso regulador del reloj biológico. Intenta pasar tiempo al aire libre durante el día, especialmente por la mañana, para ayudar a sincronizar tu cuerpo con el nuevo horario. Si no es posible, considera la posibilidad de utilizar una lámpara de terapia de luz que imite la luz natural para ayudar a regular tu ritmo circadiano.
- Establece una rutina relajante antes de dormir: Mantener una rutina relajante antes de dormir puede ayudarte a conciliar el sueño más fácilmente, especialmente cuando estás ajustando tu horario de sueño. Evita el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte, ya que la luz azul puede interferir con la producción de melatonina, una hormona clave para el sueño. En su lugar, opta por actividades tranquilas y relajantes, como leer un libro, tomar un baño caliente o practicar técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda.
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