
En verano las personas mayores disfrutan más de las salidas, el clima se presta más para salir a dar una caminata, ir a la playa, comer con su familia, amigos, etc. Tomar sol puede tener muchos beneficios, como la vitamina D que ayuda a la absorción del calcio, ideal para los huesos; también regulan la absorción de melatonina, hormona que ayuda a regular los ciclos del sueño y regular la presión arterial por la dilatación de las arterias debido al calor.
La verdad es que a ciertas personas mayores el exceso de calor los sofoca por el aumento repentino de la temperatura y la afectación por los rayos ultravioleta del sol, lo cual puede causar agotamiento, deshidratación, insolación y hasta quemaduras en la piel.
Antes de adentrarnos más en el verano es necesario comprender la importancia del cuidado de los adultos mayores. “El paso de los años provoca alteraciones en nuestra salud que no siempre nos afectan de manera positiva. Por ello resulta fundamental conocer y darles a nuestros adultos mayores la importancia que se merecen”.
Los meses más calurosos del año ya están aquí, por eso hay que tomar ciertas precauciones tanto para evitar posibles problemas como para poder actuar en caso de que el calor afecte a la persona de la tercera edad.
Hay que redoblar nuestros esfuerzos para ofrecer un mejor cuidado a nuestros seres queridos mayores. Para asegurar su salud, bienestar y calidad de vida debemos asegurarnos de proteger su físico, la piel, ojos y pies. Aquí te dejamos algunos consejos para su cuidado:
- Hidratarse: Beber abundante agua, incluso si no se tiene sed, ayuda a transpirar y mantener la temperatura corporal.
- Vestimenta adecuada: Usar ropa ligera, holgada y de colores claros para reflejar la luz del sol. Evitar la ropa ajustada y de nylon o poliéster.
- Protector solar: Aplicar protector solar con un factor de protección solar (FPS) alto para proteger la piel de los rayos UV.
- Evitar el sol: Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas.
- Evitar la actividad física intensa: Evitar actividades físicas extenuantes, y si se va a hacer ejercicio, comenzar despacio y aumentar el ritmo poco a poco.
- Mantenerse fresco: Pasar tiempo en espacios con aire acondicionado, o en la sombra durante el día.
- Bañarse con agua fría: Bañarse o ducharse con agua fría para refrescarse.
- Revisar los medicamentos: Algunos medicamentos pueden hacer que la piel sea más sensible a la luz del sol.
- Pedir ayuda: No tener miedo de pedir ayuda a un amigo, vecino, familiar o cuidador.
- Planificar viajes: Si se planea viajar a destinos calurosos, considerar cómo el clima podría afectar la salud.